lunes, 4 de octubre de 2010

Una visión

Cuando salí a la puerta del bar, pasaba el carro, como emergido del infierno. El estrépito de la veloz carrera, los dos caballos negros, sus babas blancas, sus crines sucias y al viento.
Los tres borrachos, uno aferrado a las riendas, como poseído, el otro mudo y serio prendido del asiento… y el tercero, atrás, camisa abierta increíblemente de pie y con la botella en alto, gritando: esto es vida!!!

No hay comentarios: