miércoles, 3 de noviembre de 2010

CENTINELA

Corría el año 79 en Estabia, Pompeya o Herculano. De todos modos no importa el lugar ni la época, sino el Hombre.
Tuvieron que pasar más de mil años para saber de él.
El Centinela fue encontrado en su puesto. Inmóvil, petrificado.
Vigilando lo inevitable.
¿Que pasó por su mente?
Pudo huir ... y sin embargo.
Spengler ha hablado de la obediencia absurda. Yo prefiero creer en la íntima decisión de un Hombre libre frente a la fuerza irresistible. En la elección del propio modo de morir. En la magnífica intuición de saberse perteneciente a una especie. Más allá, en la eternidad de los tiempos, del hecho ínfimo y puntual de su muerte. De todos modos, no importa el lugar ni la época. Sino el Hombre.

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