miércoles, 8 de mayo de 2013

"Tengo mis principios Y si no le gustan ... tengo otros" (G. Marx)



CHUPAMEDIAS, OPORTUNISTAS Y CONSECUENTES.
(apresurada reflexión, con 50 años y menos de dos horas).

¿Qué debemos esperar acerca de las convicciones del Otro?

¿Qué debemos esperar acerca de las declaraciones propias de principios?

Casi nada –pienso, impregnado por el ácido y cínico barniz que inevitablemente traen la vida y los años-.

Como en el Arte, como en la Historia, los más (o casi todos, sospecho) de los humanos declaramos y creemos abrazar (a veces, sin siquiera rozarlas) convicciones irreductibles y hasta “sagradas”.

Fácil es hallar la razón de semejante e inconmensurable compromiso declarado.

Es la razón de un Náufrago.

“Busco mi Norte, espero mi Norte, confío en mi Norte, creo en mi Norte” … ante esta inmensidad sin meta, casi absurda.

Lo opuesto es resignarse.

COMPRENSIÓN… PARA LOS DEMÁS …  Y PARA MÍ.


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