miércoles, 8 de diciembre de 2010

CEREMONIAL










Entonces es así.
Primero viene el pato
Se acomoda en el centro del salón.

Nosotros miramos al costado,
en bambalinas.

Después viene el aplauso previsible
Y salen las coreutas piernilargas.

Aplausos otra vez,
Más unos que otros.

Luego un redoble de tambores.
Y el pato que no cesa en su tontera.

Las palmas que retumban y retumban
Y nosotros allí, nerviosa calma.

Lo peor es el final
Tan torpe y burdo.

El pato repartiendo sus patadas
El resto, que soy yo, que espera en vano

Una entrada triunfal
Que excite al alma.

1 comentario:

Juan Carlos Eberhardt dijo...

la ceremonia va ser leer leer tus entradas
un abrazo