Entonces es así.
Primero viene el pato
Se acomoda en el centro del salón.
Nosotros miramos al costado,
en bambalinas.
Después viene el aplauso previsible
Y salen las coreutas piernilargas.
Aplausos otra vez,
Más unos que otros.
Luego un redoble de tambores.
Y el pato que no cesa en su tontera.
Las palmas que retumban y retumban
Y nosotros allí, nerviosa calma.
Lo peor es el final
Tan torpe y burdo.
El pato repartiendo sus patadas
El resto, que soy yo, que espera en vano
Una entrada triunfal
Que excite al alma.
1 comentario:
la ceremonia va ser leer leer tus entradas
un abrazo
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